Juegos secretos (Little children)

30 12 2008

Ayer tuve la oportunidad de ver la película Juegos Secretos (EE.UU 2006), Little Children en inglés, del guionista y director Todd Field, candidato al Oscar por «En la habitación». Basada en la novela de Tom Perrotta y protagonizada por Kate Winslet, Patrick Wilson y Jennifer Connelly, ha sido candidata a los Globos de Oro.

Me la recomendó una asidua del blog, y realmente es una muy buena película que retrata de manera magistral las vidas edulcoradamente felices de los habitantes de un barrio suburbano estadounidense, extensible a cualquier parte del mundo occidental.

La aparente comedia de humor negro inicial, nos va mostrando poco a poco la insatisfacción y la frustración de los personajes ante las propias espectativas vitales incumplidas. En realidad, los protagonistas adultos están a la altura de sus hijos pequeños (muy presentes en todo el film), incapaces de resolver sus problemas afectivos, incapaces de romper con «su modus vivendi».

La tragedia se instala finalmente en la trama. Es inevitable que de alguna manera, como espectadores, nos identifiquemos con la realidad mostrada. Es como asomarse a nuestro propio abismo. ¡Qué vértigo!

El trailer está en ingles, pero es válido para hacerse una idea.

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Erase una vez, una familia monógama…

20 10 2008

En los albores de la civilización, la familia monógama se impuso como base fundamental de las sociedades patriarcales en la cultura occidental, para garantizar la continuidad consanguínea de la propiedad privada. Durante siglos, interesaba una estrategia de expansión del capital social a través de redes de parentesco político. En consecuencia las mismas familias decidían la unión más conveniente para sus hijos.

Todo siguió más o menos igual hasta el siglo XVIII (la tira de años). De la mano de la revolución industrial, se introdujo una novedad interesante: elegir libremente a la pareja. Todo una adelanto, aunque dicha elección se produjera bajo el síndrome del «príncipe azul». El amor inicial era la coartada perfecta para mantener una estabilidad familiar basada en la dependencia femenina del marido proveedor.

Con el matrimonio por «amor» de moda durante casi dos siglos, llegamos al modelo actual, en el que gracias a la progresiva independencia económica de las mujeres, el matrimonio (la pareja) presenta una radical simetría igualitaria y depende casi en exclusiva de la identificación emocional y personal entre ambas partes.

Gran conquista social, que unida a otros factores de orden económico y social (masificación urbana, predominio del individuo), ha sumido a la familia tradicional en una crisis sin precedentes como institución social de base. Hoy en día es una estructura tremendamente inestable (se acabó el amor, adiós a la pareja).

En plena revolución social, con unas enormes tasas de divorcios y novedosos planteamientos de pareja, surge Proyecto Soltero XXI…





Sobreviviendo al single

16 10 2008

Saluditos a los habitantes single y dinky de este blog ¿Proyecto Soltero XXI? Quizá un poco pretencioso para mi gusto, quizá…

Tengo casi 40 años y desde hace una década estoy felizmente casado. Además, soy padre de dos hijos. ¿Familia tradicional? Puede… en cualquier caso no me arrepiento.

Cuando era dinky, vivía a otro ritmo, eso es seguro, dos sueldos, menos crisis y mayor autocomplacencia. Ahora, en familia vivo de otra manera, y lo creáis o no, pandilla de ególatras single, tengo mis compensaciones.

Mi aportación al blog: hace tiempo que una pregunta me ronda la cabeza, a saber, ¿puede la carga genética del ser humano en general y la del hombre en particular determinar su monogamia? Tal vez mi opinión os resulte desconcertante, pero creo que el hombre es por naturaleza polígamo. Sí, sí, habéis leído bien. Eso es lo que pienso y lo que siento. Lo que digo no hace más que poner en valor a los integrantes de la familia tradicional. Nosotros, los antihéroes, los supervivientes reales del nuevo siglo, que como yo luchamos día tras día contra las tentaciones que nos invaden, como los cada vez más abundantes musculitos que sonrojan a mi mujer o los más que sugerentes escotes de las presentadoras de la tele tienda.

Aparte de tener que lidiar con la genética propia, sufro los excesos de una sociedad corrupta en clara decadencia. El triunfo del desenfreno individual (¡denominado revolución social!), en armonía con la maquinaria consumista que todo lo devora y que fomenta vuestra actividad single, generadora de pingües beneficios. 

Y no sigo porque me caliento. Estad atentos, ¡os vigilo!

 Pedro (Madrid)





Contexto PSXXI

11 10 2008

En las sociedades avanzadas el concepto de familia tradicional está en clara decadencia. Los single (solteros, divorciados, separados o viudos sin pareja estable), los dinky (parejas homo o hetero sin hijos) y las familias monoparentales son ya una nueva y poderosa clase social.

Los expertos en sociología coinciden: el progreso y la formación de la persona como sujeto activo (libertad sexual, igualdad de derechos,…) intervienen en la transformación de una sociedad compuesta por familias en otra compuesta por individuos.

Asimismo, los analistas de mercado se han puesto de acuerdo: los protagonistas de la nueva y poderosa clase social, en especial los single y los dinky, consumen un 65% más que las familias tradicionales.

Vivienda, energía, electrodomésticos, ocio, moda, viajes, gastronomía, cultura y espectáculos, nuevas tecnologías y productos de salud y belleza a disposición de hombres y mujeres entre los 25 y 64 años, de aspecto joven, saludable y moderno, que viven en grandes ciudades y que priorizan su felicidad a cualquiera otra consideración.